🔮 Spóiler: así será 2022 (más o menos)
Hemos venido a jugar: creo que en este año nuevo van a pasar estas diez cosas.
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👋🏻 Saludos, votantes,
El lunes cometí la osadía de desempolvar la bola de cristal para apuntar hacia algunos de los asuntos que (creo) marcarán 2022. A ver, las apuestas tampoco son una locura de arriesgadas, es cierto. Pero es curioso que en el gremio del análisis político casi guste más intentar averiguar qué pasará en el futuro que explicar por qué ha sucedido algo en el pasado. Confieso que soy malísimo haciendo predicciones, y por eso le voy a copiar la idea a Roger Senserrich (que, a su vez, se la copió a David Weigel): voy a lanzar mis diez predicciones para 2022 y el año que viene repasamos a ver en qué acertado y en qué no.
Al lío 👇🏻
😷 Punto uno: el fin de la pandemia que conocemos
Ahora mismo suena loquísimo decir eso, con la variante Ómicron golpeando duro, los contagios batiendo récords y a las puertas de un enero temible. Pero esta variante, pese a ser más contagiosa, está generando menor tasa de hospitalización. Por eso creo que la vacunación efectiva de casi toda la población (niños incluidos) y la tercera dosis de refuerzo hará que los contagios no se traduzcan en tantas muertes. Y esto, a su vez, hará que entre vacunación y contagios (o ambas) se vaya alcanzando la inmunidad. El final del invierno y la vuelta a los exteriores hará el resto. Posiblemente el COVID se convierta en un mal endémico, y requiera vacunación casi anual. Pero la pandemia, al menos como la conocemos, terminará.
📉 Punto dos: agárrate porque vienen curvas económicas
Con los fondos europeos empezando a llegar, el paro cayendo a niveles nunca vistos y con récord en la firma de hipotecas parece raro pronosticar nubarrones económicos. Sin embargo creo que hay dos cuestiones de fondo que acabarán por complicar la situación. La primera es que cierto reverdecimiento del mercado inmobiliario en los últimos años ha hecho que mucha gente se anime a comprar casas a precio elevado, en algunos casos ayudados por herencias recibidas fruto de la pandemia. La segunda, que la era de los estímulos económicos toca a su fin. ¿Qué pasará cuando los tipos de interés vuelvan a aparecer y empiecen a subir? Los bancos centrales ya han avisado: la moratoria no va a durar para siempre… y la gente que ahora mismo llega justa a pagar la hipoteca estando los tipos congelados en el cero no podrán hacer frente a los pagos en cuanto los precios suban.
😠 Punto tres: arrecia el estado del no tan bien estar
La pandemia ha tenido sus fases. Al principio todos se volcaron en apoyar lo público, aplaudiendo a los sanitarios. La llegada de las vacunas fortaleció esa percepción: el apoyo económico de los Estados contribuyó a su desarrollo, y el Estado del bienestar hizo posible la inmunización de casi toda la población. Sin embargo eso también ha pasado en países, como EEUU, donde el coste de esa protección social es mucho menor. Allí hasta se incentivó económicamente vacunarse en un intento de evitar que los escépticos fueran mayoría. Dado el desgaste y el colapso de los servicios sanitarios en países como España ya se percibe cierto efecto rebote: que muchos, tras haber aplaudido la gestión pública se vuelquen en criticar lo que perciben como excesos impositivos de algo que sienten que ha dejado de funcionar tan bien.
👑 Punto cuatro: los juegos del trono (que no son del hambre)
No, no me he equivocado con el plural, ni con la referencia. La Casa Real se enfrenta a dos grandes retos inminentes, que tendrán su espacio en los boletines de la semana que viene. Pero, por resumir, allá van: Juan Carlos I acabará siendo noticia y habrá que tomar decisiones respecto a la princesa Leonor. Lo primero tiene que ver con la posibilidad muy verosímil de que el monarca emérito acabe volviendo a España (ya se movilizan los relatos a tal fin), o incluso con que su delicado estado de salud empeore en plena pandemia. Lo segundo, con el hecho de que la heredera al trono será mayor de edad en poco más de un año, lo que implica jurar la Constitución… y enfrentarse a posibles reformas futuras. ¿Será reina con un texto legal que la descartaría como heredera si tuviera un hermano? Es más, ¿podrá sobrevivir al desgaste de la institución y reinar algún día?
🗳️ Punto cinco: arranca el ciclo electoral (una vez más)
En febrero hay elecciones en Castilla y León. Lo sabemos desde hace días, y también sabemos por qué: el PP quiere seguir con la operación de Murcia y terminar de engullir a Ciudadanos y, de paso, cerrar el paso al avance de los partidos de la llamada ‘España Vaciada’ en la comunidad con más provincias y (casi) mayor vaciamiento del país. En función de cómo salga el experimento otras dos autonomías se pondrán a la cola, aunque por motivos distintos: Andalucía (donde la presión es ya enorme) y la Comunidad Valenciana (donde la cosa se va deshinchando). Y eso nos arrastra inexorablemente a un clima de campaña permanente con los ojos puestos en lo que vendrá en 2023: elecciones autonómicas y municipales primero, y elecciones generales después. No descartemos, en cualquier caso, adelantos varios.
✋🏻 Punto seis: Vox no va a ser un fenómeno pasajero
La ola de descontento que cristalizó en 2014 con la aparición de Podemos y Ciudadanos ha ido rompiéndose hasta traducirse en crisis para ambas formaciones. Pero esa misma ola sirvió para levantar otra, que fue la irrupción de Vox unos años después. España, que venía de una dictadura de derechas, era uno de los pocos países de Europa en no contar con una formación ultraderechista con representación. La excepción ha terminado a lo grande, convirtiéndose en tercera fuerza y en soporte imprescindible en los fortines conservadores. Y una vez visibilizado todo ese voto no está por la labor de volver a esconderse. Es más, el cuestionamiento de la libertad individual que han supuesto algunas medidas por la pandemia y la revisión de algunos puntos sensibles del pasado (Valle de los Caídos, memoria histórica, leyes de género…) dan que pensar que Vox no se disipará tan rápido como muchos desearían.
👩🏻⚖️ Punto siete: descifrando el enigma del tal M. Rajoy
La política actual está marcada de forma profunda no sólo por esa ola de descontento, sino también por el estallido de la corrupción. Vox y Ciudadanos son en parte consecuencia del derrumbe del PP, que ha conseguido ir recuperando posiciones. Sin embargo aún queda mucha tela judicial por cortar, y algunas de las sentencias pendientes podrían apuntar directamente al expresidente Rajoy, que ya ha tenido que declarar en el Congreso, y su círculo más cercano. Ese capítulo de nuestra historia reciente aún no ha acabado de cerrarse, y puede seguir levantando oleaje en la derecha patria.
🗺️ Punto ocho: el nacionalismo volverá a hacer ruido
En un contexto político tan polarizado todo movimiento acaba teniendo una respuesta al otro lado del espectro. Es cierto que el Ejecutivo ha conseguido pacificar el ‘procés’ catalán, uno de los mayores fuegos que consumieron al Gobierno anterior, hasta el punto de sumarles a los Presupuestos. Pero no es menos cierto que sigue siendo una tensión no resuelta. Mientras, en el País Vasco el nacionalismo aguarda agazapado: llevan muchos años de tregua en los que la política ha ganado la partida a otros factores, al tiempo que ha ido tomando posiciones hasta en Navarra. Todo eso, sumado a la llamada ‘España Vaciada’ y al posible movimiento de convergencias y movimientos regionales, puede provocar que se reabra uno de esos grandes melones pendientes: la vertebración territorial. Y en ese asunto el Gobierno central tiene enemigos hasta en sus propias filas, ya que la financiación territorial sigue siendo una bomba de relojería para cualquiera de los grandes partidos.
↔️ Punto nueve: hacia una descentralización efectiva
Los dos grandes partidos tienen enemigos comunes. Algunos son externos, como esa ‘España Vaciada’ que podrían disputarles muchos escaños gracias al sistema electoral que tenemos. Otros son internos, como los barones territoriales que piden esa financiación. Pero hay una baronía especialmente amenazadora siempre: la de Madrid. Porque desde Moncloa se gobernará el país, pero desde la Puerta del Sol se influye -y mucho- en lo que pasa en Moncloa. Cansados de esa situación, algunos líderes ya se han posicionado a favor de cierto ‘vaciamiento’ de poder en Madrid para rellenar en otros sitios, pero la capital se resiste. Repartir instituciones por distintos territorios no sólo cohesionaría (mueven atención y dinero), sino que también afianzarían la idea de ‘España’ más allá de Madrid. Y todo ello restando peso a esa casi siempre molesta baronía central para cualquiera de los grandes partidos.
✊🏻 Punto diez: la última convergencia posible
Si hablamos de política española no se puede obviar uno de los grandes interrogantes del momento: qué será del proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Se sabe que hay un espacio grande a la izquierda del PSOE. Se sabe que Podemos está desgastado. Se sabe que su liderazgo atrae atención y votos, y que es capaz de aglutinar voluntades más allá de sus siglas. Las dudas, sin embargo, son evidentes. Por ejemplo, si será capaz de coser todas las heridas que necesitan para sumar lo suficiente, lo cual va desde el carmenismo a las mareas, desde Errejón a los ‘duros’ de Podemos o desde Andalucía a los Comuns. O, y más a corto plazo, cuándo empezarán las hostilidades preelectorales entre los dos socios de la coalición gubernamental que en breve serán rivales.
🧐 Uniendo los puntos
Ya están las cartas sobre la mesa. Veremos cuántos puntos consigo a final del año que viene. Si crees que me dejo algo por apuntar escucho contribuciones.
Descansa, feliz entrada de año, y deja que los espíritus del ‘grumpy cat’ y de Louis Van Gaal se adueñen de ti en estos tiempos de pandemia: mantente siempre negativo, nunca positivo 👋🏻