Desde mi punto de vista, Nick Clegg y Albert Rivera nunca han estado a la misma altura. Si bien ambos lideraron un partido liberal en un momento en el que pudieron ser clave, Clegg optó por gobernar e intentar hacer política (con los compromisos que implica). Seguramente no lo hizo bien, pero al menos lo intento.
Rivera, por su parte, tuvo la opción de gobernar con el PSOE y ejercer de bisagra, pero optó por alinearse con el PP y Vox, lo que terminó haciendo que Ciudadanos perdiera cualquier valor diferenciador. Fue un partido que iba de liberal, pero terminó fagocitado por políticas y decisiones de corte más conservador.
Esto lo digo como alguien que no comulga con los partidos liberales, pero que se alegraría de que en España hubiera una opción conservadora y una liberal separadas, ya que es lo que muchos votantes buscan y no terminan de encontrar.
Desde mi punto de vista, Nick Clegg y Albert Rivera nunca han estado a la misma altura. Si bien ambos lideraron un partido liberal en un momento en el que pudieron ser clave, Clegg optó por gobernar e intentar hacer política (con los compromisos que implica). Seguramente no lo hizo bien, pero al menos lo intento.
Rivera, por su parte, tuvo la opción de gobernar con el PSOE y ejercer de bisagra, pero optó por alinearse con el PP y Vox, lo que terminó haciendo que Ciudadanos perdiera cualquier valor diferenciador. Fue un partido que iba de liberal, pero terminó fagocitado por políticas y decisiones de corte más conservador.
Esto lo digo como alguien que no comulga con los partidos liberales, pero que se alegraría de que en España hubiera una opción conservadora y una liberal separadas, ya que es lo que muchos votantes buscan y no terminan de encontrar.